Son los vecinos los que impulsan el cambio,

y ellos lo hacen realidad con obras.

En 10 días, las máquinas llegarán a Madariaga —entre Centeno y Cuaçurarí— gracias al Plan Mita y Mita,

que ya transformó muchas cuadras y sigue creciendo con más familias que se suman.

Cada calle que se mejora es un paso más hacia la ciudad que sueñan.

Siguen presentes, siguen trabajando, siguen transformando Santo Tome.